Palestina Libre

Recuerdo el año exacto en que comencé a saber sobre un territorio llamado Palestina. Fue en 1988, yo tendría entre 5 y 6 años. Sé exactamente el año en que sucedió todo aquello porque fue el año en el que se estrenó en el cine la película “Wilow”. ¿Y qué tiene que ver una cosa con la otra? Tiene que ver porque aquella película la vi en un cine de mi ciudad junto a Marwan, un palestino que durante algunos meses visitó con frecuencia mi casa. Posteriormente, supe que estaba en Andalucía por su condición de miembro de Fatah.

Marwan era un tipo alto (o a mí me lo parecía), de piel morena, semblante serio, delgado y con bigote. Era ingeniero y, por un tiempo, fue un amigo de nuestra familia que nos acompañó en celebraciones, reuniones, y con el que pasé algunos momentos de mi infancia en verano en piscinas, en el parque, etc Le recuerdo con un cuaderno de notas, folios y sobre todo, haciendo siempre muchos cálculos. Era ingeniero, y según lo que me contaron y entendí, estaba desarrollando algún artefacto para el gobierno palestino.

Desde entonces, Palestina empezó a tener cierto significado para mí. Era un lugar cercano porque alguien que fue importante en mi infancia era de allí. Él me contó cómo era Palestina, que allí también había olivos como aquí; pero que las cosas no eran tan fáciles y que en ocasiones tenían que salir de su propio país para poder vivir. Pasaron los años, Marwan fue a parar a otros países, y yo fui sabiendo más sobre aquellas dificultades que tenían que ver con un conflicto creado décadas antes y sensibilizándome con su causa.

Hoy Palestina vive sumida en el terror de las bombas. Gaza ha sido una cárcel al aire libre donde el Estado de Israel ha reproducido patrones de segregación, opresión y trato inhumano hacia una población que lleva demasiados años esperando justicia, reparación y libertad. Los crímenes de guerra ocurridos durante estos días no pueden quedar impunes. Los asesinos deben ser juzgados y Palestina debe decidir su futuro en libertad, sin violencia y con ayuda de una Comunidad Internacional que fue la que generó el problema hace ya casi un siglo y que agita el avispero cada vez que le interesa. Paz y libertad para Palestina.

Deja un comentario